Aunque el origen del Alano Español data de hace varios siglos, no es hasta 2004 que la Real Sociedad Canina de España lo reconoce como raza. El Alano es un perro de tipo moloso, de tamaño medio, superando los 58 cm. hasta la cruz y alcanzando un peso de unos 40 Kg., las hembras son un poco más pequeñas.
De pelo corto y grueso, la capa más habitual es atigrado, rojizo, negro y atigrado o gris lobo. Las manchas blancas en el pecho se aceptan, pero no está bien visto la dominancia del blanco, motivo suficiente para la descalificación en concursos.
Su función tradicional ha sido la de acompañamiento y manejo del ganado bovino bravo, así como perro de agarre para sujetos ciervos o jabalíes. En la actualidad, son usados para custodia y defensa, así como guarda de ganado, al que protege contra el ataque del lobo y otros depredadores.
Ejemplares de esta raza han sido inmortalizados por algunos de nuestros más grandes pintores, fama que se han ganado durante las campañas bélicas en la conquista y colonización de Las Indias.
En la jornadas de caza mayor, se convierte en compañero inseparable de los perros de aviso, llamados de ladra, que persiguen y acorralan a ciervos y jabalíes, hasta la llegada de los alanos, que se lanzan a enfrentar a la presa para proteger al resto de los perros y la sujetan hasta la llegada de más perros, de fuerza o presa.
Ya en 1350, El Libro de la Montería, del Rey Alfonso XI, describe a la perfección la naturaleza y forma de actual del Alano Español. También el magistral Velázquez inmortalizó algún ejemplar en la tela real La Caza del jabalí de Felipe IV. De igual manera lo dejo grabado Goya en una de sus obras, más concretamente Captura de un toro. La bravura del Alano Español traspasó nuestras fronteras de la mano del romántico francés Blanchard, que los reflejó en uno de sus grabados. Las letras de Cervantes y Lope de Vega narraron sus andanzas durante la campaña de Indias, llamándolos Alanos de los Tercios.
Hay algunos ejemplares de Alano Español de los que dan cuenta las letras escritas sobre la conquista. Becerrillo, un soberbio ejemplar, propiedad de Vasco Núñez de Balboa, combatió a los caribes con gran fiereza. Cuenta la historia, que reconocía a los indígenas pacíficos, mostrando indiferencia con estos, mientras que a los beligerantes los atacaba sin piedad.
Leoncico, hijo de Becerrillo, acompañó a Vasco Núñez de Balboa en innumerables campañas, siendo el primer perro en ver lo que ahora conocemos como el Océano Pacífico. Leoncico es el protagonista de mitos y leyendas, apoyadas por los escritos de los cronistas españoles de la época, que llegaron a escribir que los dientes de este formidable animal estaban teñidos de rojo por la sangre derramada, afirmando que el Alano Español había acabado con más vidas indígenas que cualquier soldado de la época.
Originalmente era usado para la caza, lo que se nota e su carácter inquieto, atento a todo lo que se mueve alrededor. A pesar de esto, es un perro tranquilo, noble y muy fiel con su dueño. Es de naturaleza valiente y seguro de si mismo.
En la actualidad, el Alano, está casi desaparecido. La raza ha sufrido un descenso en el número de ejemplares, aunque algunos criadores intentan recuperar la popularidad de la raza. El carácter del Alano Español obediente, fuerte y algo dominante. Es un perro serio, ideal para labores de guarda y custodia, aunque no es frecuente verlo como perro de trabajo. El Alano es un perro duro, resistente al dolor y poco propenso a las enfermedades. Su valor y su coraje lo hacen excelente compañero para la caza de jabalí.
Aproximadamente a los dos años, el Alano alcanza la madurez física y temperamental, convirtiéndose en un animal de absoluta confianza.
Al tratarse de una raza en alza, es lógico el temor a que con el Alano Español pueda pasar como con otras muchas razas, que al ponerse de moda son el codiciado deseo de criadores ilegales que hacen de la cría un negocio, dejando a un lado la calidad y los estándares que la raza ha conseguido con duros años de trabajo y esfuerzo.
Que el Alano Español es un objeto de deseo es una realidad, pero es un deseo que debemos perseguir con cautela. Que una raza determinada se convierta en moda tiene muchas cosas beneficiosas para la raza, pero también tiene cosas malas, entre ellas la codicia y las malas prácticas por parte de aficionados, que se convierten en “criadores" de la noche a la mañana.
El problema de la cría sin control es que se pierden aquellas cualidades que han hecho del Alano Español un perro excepcional. Empiezan a cruzarse animales que no cumplirían las exigencias de un criador de referencia, permitiendo la monta entre especímenes de la misma familia, lo que puede acarrear mal formaciones genericas y problemas de comportamiento.
Por suerte en España existe la Asociación Española de Criadores del Alano Español, donde podemos buscar las pautas a seguir y la recomendación de los criadores especializados más cercanos a nutra ubicación geográfica.
En la zona de la Comunidad de Madrid, Corrican se ha labrado buena fama, conseguida tras años de duro trabajo buscando lo mejor para la raza. También en la Comunidad de Madrid, podemos encontrar De la Guadaña, un criadero que lucha día a día por poner su nombre entre los mejores.
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